miércoles, 14 de junio de 2017

Soneto nº 1 de mi alma triste.

Has empezado sin mí a madurar, 
no me aguardas puesto que ya destacas, 
como prefieras, sin trabas ni estacas, 
toma camino, no ansío turbar.

Singular caminar en mundo hostil, 
místico amor, ferviente religión. 
Tres amigos, ¡uno eterno en procesión!;
¡protégelo en su juventud febril!

Desbroza mil senderos a tu paso, 
herramientas te di, ni oro ni plata, 
Equivócate, cae, mas... ¡levanta!.

A distancia, en penas, llantos y al raso;
tu sombra, ángel de la guarda que acata, 
mi aliento te sigue y no se quebranta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Quién te puso Salvaora

Cantaba en blanco y negro Manolo Caracol, una magnífica copla de Quintero, León y Quiroga, que rezaba en su flamenca letra aquello de: &q...