No, no es lo mismo reclamar que pedir;
quien trabajó, se esforzó, y sudó bien lo sabe.
El que pide por pedir, ni supo ni quiere sufrir,
prefiere poner la mano, que caiga el regalo y no discutir.
Quien reclama lo hace después de haber trabajado,
de haber cumplido, no sin antes haberse esforzado.
Se reclama un derecho porque se ha ganado
y no se antoja nada regalado.
No, no es lo mismo reclamar que pedir.
El pedigüeño desea que alguien haga realidad su sueño,
no ensucia su atuendo pues entiende más fácil seguir pidiendo.
Reclamar en derecho es justo y nadie debiera criticar el provecho,
mas se ganó éste, con diligencia y apecho.
Por viciado acaba siendo lo pedido,
esgrimiendo como entendido, incluso lo no acabado.
Reclamar pues, no debe nunca avergonzar al reclamante,
siendo prenda y garante su esfuerzo constante.