sábado, 28 de septiembre de 2019

Uno que va a la ONU y dice...


Lo ha vuelto a hacer, está vez ante los máximos representantes mundiales, en el mejor foro posible y con la difusión radiotelevisiva mundial, nuestro Presidente en funciones, Sr. Sánchez Castejón, ha dado una lección magistral, que no tesis, sobre las ventajas de desenterrar los huesos de un señor general que se hallaban en un lugar perdido de la serranía madrileña, habría que hacérselo saber a los franceses, que tienen a Napoleón en mitad de París.

Algo que parece ser una fijación constante en la política que dirige sus actos, y que poco o nada preocupa a los españoles, mucho más interesados en obtener un empleo digno y estable, seguridad real, respeto a la propiedad privada, en la falta de expectativas, desconfianza en la clase política, desfalcos institucionales a través chiringuitos subvencionables, y un largo etcétera de verdaderos retos sociales aún sin solución, han pasado a segundo plano para volver a remover la osamenta enterrada de la confrontación "Franco versus resto del mundo". 

Ha sido vergonzante y ridículo olvidar, o simplemente desconocer, que si bien España no fue estado fundador de la ONU, pues en 1945 tras una Guerra Civil y una Europa saliendo de la devastadora II Guerra Mundial, el estado español ni podía ni se le esperaba en San Francisco (California-USA). Sí entró a formar parte de las Naciones Unidas el 14 de diciembre de 1955, aún en la etapa franquista; ¡vaya a ser que le saliese algo bien al de Ferrol! Como ridículo hubiese sido despreciar la ayuda estadounidense, incluido el Plan de Estabilización y Liberalización Económica de 21 de julio de 1959; que introdujo miles de millones en España. A modo de repaso, entre 1952 y 1963 España recibió de los Estados Unidos la nada despreciable cantidad, aunque siempre insuficiente, de 1.340'7 millones de dólares de la época [Estudios Económicos de Desarrollo Internacional Vol. 9-1 (2009). Larrú, José María], ayudas destinadas a adquisición de materias primas (carbón y algodón, entre otros), alimentos, bienes de capital para la industria y asistencia técnica; es igual, lo verdaderamente importante es "resucitar" a Francisco Franco azuzando sus huesos.

El discurso, entre otros, por el que pasará a la historia el Presidente Sánchez, choca radicalmente con uno de los principios vertebradores de la Organización de las Naciones Unidad, la paz, puesto que tal y como afirma la ONU en su declaración de principios (https://www.un.org/es/sections/what-we-do/index.html) "tras la devastación de la Segunda Guerra Mundial, las Naciones Unidas empezaron su labor en 1945, con una prioridad: mantener la paz y la seguridad internacionales. Con este objetivo, la Organización intenta prevenir los conflictos y poner de acuerdo a las partes implicadas. Lograr la paz exige crear no sólo las condiciones propicias para que esta anide, sino para que se mantenga", algo diametralmente opuesto a lo que se pretende, enfrentar a españoles reavivando un conflicto ya enterrado.

Algo más, si vergonzosa fue su intervención sobre los restos del caudillo en la "dictablanda" que acuñó, más bochornoso ha sido erigirse como la piedra angular de ese edificio llamado democracia, cerrador del círculo democrático, propulsor de la "cuarta ola feminista", conseguidor de grandes logros como la celebración del Dia 8 de Marzo y del Día del Orgullo Gay, !ojo!, en cualquiera de las dos celebraciones puedes salir apedreado si discrepas. Vamos, que tiene a España hecha una perita en dulce, o mejor dicho, un dátil dulce untado en cordero, y por eso gusta tanto al islam.

Al menos, los padres fundadores del estado constitucional y monarquía parlamentaria en la que nos encontramos, aunque con precipitación y mucho margen de mejora, pues con el paso del tiempo y la distancia se comprende todo mejor, supieron ceder terreno para acercar posiciones y consensuar acuerdos importantes a favor de un texto constitucional que nos ha servido en estos 40 años, y que a día de hoy, despreciado por buena parte de españoles, incluso por representantes políticos, resulta parecerse más a una octavilla legal que a la norma fundamental del Derecho Español.

     Que Dios nos guarde.










































Quién te puso Salvaora

Cantaba en blanco y negro Manolo Caracol, una magnífica copla de Quintero, León y Quiroga, que rezaba en su flamenca letra aquello de: &q...