Papel cuché de barbería.

Andábame ocioso sentado en los sillones de cuero en la vieja barbería de Pepe "El Suave",  ojeando unas revistas de sociedad esperando mi turno, parando más en las fotos que en otros menesteres, sin que consiguieran entretenerme. Como seguía con ganas de información, ya que la última conquista de Fran Rivera no me interesaba, le pregunté a "el Suave" por las novedades del día, y me sorprendió con una noticia del Tribunal Supremo.

-Esa alta y digna institución (Pepe se apodaba "el Suave" no solo por su calidad en el afeitado sino por su exquisita y pulcra locuacidad) acaba de emitir sentencia en la que confirma que para acceder a la Guardia Civil, se debe tener menos de 30 años.
La noticia me atrajo más que el "Hola".

- Pero Pepe, entonces, esto quiere decir que si un aspirante tiene 30 primaveras y un 10 en los exámenes, incluidas las pruebas físicas y el reconocimiento médico favorable, lo dejamos sin empleo. 

- No hombre, es por la edad, entienden que con más de 30 años ya no son aptos para el cuerpo- dijo Pepe suavemente, avalándome sin saberlo.

- Un chaval de 30 años, ¿no es apto teniéndolo todo aprobado? ¿es más apto uno de 29?-pregunté. 

- Bueno, supongo que sí, pero la ley es la ley.

Como la cosa se animaba más que la "Preysler" con un millonario y había sido mi barbero el que sacó a relucir la ley, le repliqué.

-La ley, Pepe, es muy interpretable y el artículo 14 de la Constitución Española que habla de igualdad se aplica a conveniencia de quien dicta la ley o la sentencia, como se ha demostrado en múltiples ocasiones, véase caso Pantoja versus Infanta. Además, el acceso a la función pública debe ser igualitario teniendo siempre en cuenta el mérito y capacidad de los aspirantes.

-No seas así, lo justifican porque se jubilan a los 58 años.
-¡Anda, yo soy funcionario y me jubilo a los 67!.-y proseguí mi argumentación- Dudo que a los 58 años todos los guardias civiles ya no puedan seguir desempeñando una labor digna.¿Porque no suben también la edad de jubilación?
-Ya, pero no es lo mismo,-dijo el barbero algo más áspero.
-Claro, no es lo mismo, porque si fuese lo mismo habría igualdad.

-Bueno, si lo ha dicho el Tribunal Supremo es de obligado cumplimiento-interpeló de forma cortante, propia del oficio. 

-Ahí si que te doy la razón Pepe, como ya dijo el romántico Larra: "la palabra cumplimiento es la unión de cumplo y miento"-y callé. 

Pepe, también callado, continuó su tarea igualando las patillas al cliente.

         Que Dios nos guarde.